Las verdades incómodas del lago Vostok

El lago Vostok es un lago en la Antártida, cubierto por una capa de 4 Km. de hielo, desde hace unos 12 millones de años.

Fue descubierto indirectamente por científicos soviéticos en 1957 cuando hacían estudios sísmicos.

Ya conociendo su ubicación, un avión inglés lo localizó desde el aire en el año 1993 confirmando su existencia.

Ubicación del lago Vostok:

Foto aérea del lago Vostok:

El lago es de agua dulce, y está «fosilizado» en estado líquido, bajo una capa de hielo de 4 Km. de espesor.

Al principio, lo único que esperaban de él los científicos era conocer formas de vida microscópicas de hace 12 millones de años, pero después aparecieron cosas inesperadas, y muy inconvenientes para los científicos del IPCC.

Al desaparecer la URSS, Rusia decidió invitar a otras naciones a investigar el lago.

Para ello se abrió una base científica internacional.

La idea era perforar el hielo hasta llegar al agua 4 Km. abajo.

… y analizar el agua en el fondo en busca de microorganismos de otras eras geológicas.

Torre de perforación:

Vista imaginaria del lago sin hielo:

Perforación hacia el lago:

Los núcleos de hielo extraídos fueron muy importantes para los científicos:

Encontraron nuevas formas de vida, …

… y aprovecharon para conocer la relación entre el dióxido de carbono y la temperatura de la superficie terrestre, durante los millones de años que las capas de hielo permitían conocer al analizar con espectrógrafos los núcleos obtenidos:

En este punto se dieron los resultados incómodos.

Desde luego, se confirmó la correlación entre el dióxido de carbono atmosférico y la temperatura de la superficie de la Tierra:

Pero al amplificar esta gráfica se observó lo siguiente:

Con un rezago de 800 años aproximadamente, al subir la temperatura de la superficie terrestre por causas naturales, ésta extrae de los océanos y mares mucho del dióxido de carbón disuelto en ella.

Cuando se da el enfriamiento de la superficie terrestre por causas naturales, el dióxido de carbono regresa a los océanos y mares.

Este ciclo se ha repetido cientos de miles de veces, y niega el hecho de que el dióxido de carbono haga que se caliente la superficie terrestre.

Es la temperatura de la superficie terrestre la que aumenta o disminuye la concentración atmosférica del dióxido de carbono.

Esto es exactamente lo contrario de lo que afirman los científicos del IPCC.

Sin embargo, estas conclusiones están siendo deliberadamente ignoradas, porque van en contra de la estrategia de asustar a la gente con el dióxido de carbono.

VIDEO: LAS VERDADES INCÓMODAS DEL LAGO VOSTOK

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