Los corales marinos son animales que forman colonias (salvo algunas excepciones), pertenecientes al tronco biológico Cnidaria.
Las colonias están formadas por cientos o miles de individuos de diferentes especies, y pueden alcanzar grandes dimensiones. En aguas tropicales y subtropicales forman grandes arrecifes.
Los corales tienen dos características importantes:
1) Para soportarse a ellos mismos, generan un esqueleto calcáreo poroso.
2) En el interior de estos poros, existen enormes cantidades de algas microscópicas, en una cantidad de millones de ellas por centímetro cúbico.
Los corales dan abrigo en su interior a las algas microscópicas, y éstas a su vez les sirven de nutrientes a aquéllos.
Se trata de una simbiosis muy importante, pero, si el coral o el alga se ven afectados por cualquier razón, ambos sufren las consecuencias: si mueren las algas, también los corales mueren.
Las algas, durante el día, hacen la fotosíntesis, para la que requieren dióxido de carbono y luz del sol.
Estas microalgas son las que dan color a los corales, y en determinado momento -si éstas faltan- el coral se blanquea.
En teoría los corales son inmortales, porque al morir uno de sus miles de individuos, otro lo reemplaza. Sin embargo, hay condiciones que pueden matar a todos ellos, como puede ser el caso de la muerte de las microalgas.
¿Qué condiciones son malas para los corales?
Eso depende, desde luego, de la especie y de cada colonia en particular, pero se pueden señalar los siguientes factores:
· Contaminación química del agua
· Ascenso o descenso de la temperatura del agua fuera de determinados límites: cuando
esto ocurre, los corales expulsan de su seno a las algas que los alimentan, y los corales
se blanquean
· Salinidad excesiva
· Nivel de acidifcación del agua dentro de ciertos límites
Entonces estamos hablando de contaminación, temperatura, salinidad y acidez, y de cómo cada una de las miles de especies los toleran.
Calcificación de los corales con el CO2 disuelto en el agua
En determinadas condiciones, el CO2 en la atmósfera tiende a disolverse en el agua, formándose ácido carbónico, que a su vez forma carbonato de calcio, un sólido que se precipita al fondo del mar.
Los corales aprovechan ese carbonato de calcio para el crecimiento de su esqueleto, fortificándose así la colonia.
Acidificación de los océanos y mares
Otro efecto que genera el ácido carbónico es acidificar el agua, lo que puede sacarla del rango tolerable para algunas especies de corales.
Sin embargo, se sabe que la acidez del agua está reduciéndose inexplicablemente desde 1930, año en que se disparó la concentración del CO2 en la atmósfera por la actividad humana, como se ve en la siguiente gráfica:
Esto quiere decir que el efecto de la acidificación del agua, dentro de los límites de cada especie, no es la causa del blanqueo de los corales.
Efecto de los aumentos de temperatura del agua en los corales
En los años 2016 y 2017, se presentó de forma brutal en el océano Pacífico, el fenómeno conocido como El Niño, lo que afectó a la mayoría de los corales de muchos mares.
Muchos arrecifes coralinos sufrieron blanqueo, considerándose muertos.
Sin embargo, hay un antecedente que genera optimismo:
En los años 1876 a 1878, también El Niño generó temperaturas semejantes. Hubo blanqueo, pero en todos los casos los corales del planeta se recuperaron.
Además, estudios recientes nos indican que, una vez pasado El Niño 2016-2017, a partir de 2018, muchos arrecifes se están recuperando de manera sorprendente.
REFERENCIA 1
REFERENCIA 2
REFERENCIA 3
REFERENCIA 4
REFERENCIA 5
REFERENCIA 6
REFERENCIA 7
Habrá que esperar unos pocos años para poder confirmar esta recuperación.
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