¿Qué sabemos acerca de la actividad solar?

Más del 99% de la energía disponible en nuestro planeta proviene o ha provenido del sol.

El resto de ella viene del calor interno de la Tierra, que se manifiesta en oscilaciones térmicas oceánicas, volcanes y géiseres.

Los rayos ultravioletas (luminosidad) que nos manda el sol a cada momento, acaban transformándose en calor (rayos infrarrojos), tras entrar en contacto con la Tierra.

Otros de estos rayos ultravioletas ayudan a generar la fotosíntesis de los vegetales, y esa energía queda atrapada en ellos.

Es lo que se conoce como biomasa.

Pero también provinieron del sol, en épocas geológicas previas, los llamados combustibles fósiles, que, en forma de petróleo, carbón o gas, nos aportan enormes cantidades de energía actualmente.

La energía del viento y de los océanos es también es -indirectamente- consecuencia del sol.

¿Cómo genera el sol la energía que irradia?

El sol es un colosal horno de fusión del hidrógeno contenido en su núcleo.

La energía del sol escapa de él por las llamadas manchas solares, que son regiones oscuras en la superficie (llamadas umbras), rodeadas de una penumbra más clara.

Una sola mancha puede llegar a medir hasta 12 000 Km (casi tan grande como el diámetro de la Tierra), pero un grupo de manchas puede alcanzar 120 000 km de extensión e incluso algunas veces más.

La oscuridad de una mancha solar es solamente un efecto de contraste: si pudiéramos ver a una mancha típica con una umbra del tamaño de la Tierra, aislada y a la misma distancia que el Sol, brillaría unas 50 veces más que la luna llena.

Las manchas están relativamente inmóviles con respecto a la fotosfera y participan de la rotación solar.

A mayor cantidad de manchas solares, más energía escapa del sol.

¿Cómo y por qué se generan las manchas solares?

Las llamadas mareas solares son generadas por los movimientos de los planetas, particularmente el de los grandes.

Estas mareas agitan el interior del sol, y con ello el calor busca escaparse al espacio, generando explosiones enormes:

Júpiter tiene un movimiento de traslación elíptico que se completa cada 11. 9 años terrestres.

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¿Qué son los ciclos solares?

La cantidad de manchas solares es variable, pero se da en ciclos de aproximadamente 11 años.

Una vez que se llega a un mínimo (cero manchas), inicia un nuevo ciclo, primero creciente y luego decreciente, hasta llegar de nuevo a cero.

En este momento (año 2019) estamos terminando un ciclo e iniciando otro, por lo que la cantidad de manchas está en ceros.

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La siguiente gráfica muestra un ciclo solar:

Pero el sol también nos sorprende con ciclos de ciclos:

¿Qué son los ciclos de Milankovitch?

Supongamos que el sol estuviese fijo en el universo, con la Tierra girando alrededor de él en una órbita:

A esto se le llama movimiento de traslación de la Tierra. La órbita que recorre nuestro planeta es una elipse, que varía a lo largo de los milenios, pasando de ser completamente larga a ser totalmente circular.

Cuando la órbita de la Tierra alrededor del sol es elípitica, se recibe menos radiación de éste, llegando ésta a su máximo cuando la órbita es circular.

En este momento la órbita terrestre es ligeramente elíptica (baja radiación solar).

La Tierra también se mueve de otras formas en relación al sol: precesión y nutación.

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Estos dos movimientos, sin embargo, no hacen que varíe la energía recibida del sol, por lo que no serán parte de esta publicación.

Resumiendo:

En el llamado balance de energía de la Tierra, la aportación energética del sol es proporcionalmente enorme, por lo que éste constituye -sin lugar a ninguna duda- el factor que más contribuye al clima de nuestro planeta.

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