¿Hay cada vez más tornados?

Un tornado es una columna de aire con alta velocidad de rotación, cuyo extremo inferior está en contacto con la superficie de la Tierra , y el superior con una nube del tipo cumulonimbus.

Se trata del fenómeno atmosférico ciclónico de mayor densidad energética de la Tierra, aunque de poca extensión y de corta duración (desde segundos hasta más de una hora).

Los tornados se presentan en diferentes tamaños y formas pero generalmente tienen la forma de una nube embudo, cuyo extremo más angosto toca el suelo y suele estar rodeado por una nube de desechos y polvos, al menos, en sus primeros instantes.

La mayoría de los tornados cuentan con vientos que llegan a velocidades de entre 65 y 180 km/h, miden aproximadamente 75 metros de ancho, y se trasladan varios kilómetros antes de desaparecer.

Los más extremos pueden tener vientos que pueden girar con velocidades de 450 km/h o más, medir hasta 2 km de ancho y permanecer tocando el suelo a lo largo de más de 100 km de recorrido.

Se forman cuando una corriente de aire frío desciende en forma de remolino para compensar otra corriente de aire caliente que asciende.

El fenómeno natural se vuelve visible en el momento en que la corriente de aire frío llega al suelo y comienza a levantar escombros y polvo. Además, la fuerza del tornado aumenta a medida que se acerca al suelo.

Se extinguen cuando se estrellan contra cerros, por lo que suelen ser más frecuentes en las grandes llanuras que en las zonas montañosas.

También se extinguen cuando la corriente de aire frío comienza a impedir el suministro de aire caliente, la fuente de poder del tornado se pierde.

¿Cómo relacionar los tornados con el calentamiento global?

En teoría, cuando la Tierra rebota los rayos infrarrojos (calor) hacia la atmósfera, calienta el aire cercano a su superficie, el que tiende a subir, y es desplazado por aire frío de capas superiores.

O sea, si el calentamiento global hace que las partes bajas de la atmósfera se calienten, la formación de tornados es más probable.

Sin embargo, la realidad no concuerda con la teoría: los tornados no han crecido ni en frecuencia ni en intensidad.

No hay estadísticas globales al respecto, pero sí en los Estados Unidos de América, que vemos en la siguiente gráfica:

Los tornados en ese país están obviamente a la baja. No se ve correlación con el supuesto calentamiento global.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *